Habían encontrado un piso en la calle Lealtad, una zona muy céntrica y comercial de Santander y creían que era el mejor lugar para continuar creciendo.
En pocos años Planilandia ha pasado de tener 3 empleados fijos, los mismos creadores, a necesitar ayuda y frelances que colaboren con ellos, por lo que el estudio que tenían se les quedado pequeño.
El nuevo local tenía mucho espacio y luz, sólo necesitaba alguien para que les ayudara a reorganizarlo.
Nos dieron unas pautas claras, necesitaban :
1.- un espacio de trabajo
2.- un área para recibir a sus clientes
3.- Una pequeña cocina
4.- Un pequeño aseo
5.- Espacio para almacenar trastos
Para aprovechar el espacio se diseñó un cubo rojo que dividiera la zona pública, atención a los clientes, y el espacio privado, la zona de trabajo. El interior de este cubo se utilizó como almacén. Ambos espacios cuentan con ventanas e iluminación natural.
Se aprovechó el espacio más oscuro para la cocina y los baños, ambos con extracción forzada.
Aquí os dejamos unas fotos con el desarrollo de la obra.
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